martes, 3 de mayo de 2011

La Situación de los Minusválidos en la Alemania Nazi


La masacre de cerca de 200.000 adultos y niños con discapacidad durante la Alemania Nazi es quizás uno de los temas más delicados y dolorosos de abordar en el repaso histórico de la discapacidad. Antes de la persecución del pueblo judío, el pueblo gitano, los partidarios comunistas y la comunidad gay, Hitler emprendió una salvaje experimentación, tortura y asesinato de personas con discapacidad, con el pretexto de un plan de eutanasia que le permitiera concretar su delirante sueño de la pureza racial. Dichas técnicas nazis tempranas de exterminación incluyeron la muerte por inanición, gases tóxicos y exposición de personas con dolencias mentales a infecciones fatales. Por dolor o por omisión, estos acontecimientos parecen escapar a un ejercicio profundo de memoria que nos permitiría dar con claves esenciales para la comprensión de fenómenos como la discriminación y la inclusión social. Sin embargo, el hallazgo realizado el año pasado de una fosa común con restos de niños con discapacidad asesinados por el nazismo, y la reciente reposición de la obra teatral “Los primeros en partir”, hacen un llamado a completar la historia con una memoria necesaria que nos convierta en creadores de un futuro de esperanza para todos.

La guerra, según Adolf Hitler, "era el mejor momento para eliminar a los enfermos incurables". Muchos alemanes no querían recordar que había individuos que no cuadraban con su concepto de una "raza superior". Las personas con discapacidades físicas y mentales eran vistas como "inútiles" para la sociedad, una amenaza para la pureza genética aria y, en última instancia, no merecían la vida. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, las personas que sufrían retrasos mentales, discapacidades físicas o enfermedades mentales eran perseguidas para asesinarlas en el marco de lo que los nazis llamaban programa "T-4" o de "eutanasia".

El programa de "eutanasia" requería la cooperación de muchos médicos alemanes que revisaban los expedientes médicos de los pacientes de instituciones para determinar qué personas con discapacidades o enfermedades mentales debían ser asesinadas. Los médicos también supervisaban los asesinatos reales. Los pacientes condenados eran transferidos a seis instituciones de Alemania y Austria, donde eran asesinados en cámaras de gas construidas especialmente para ese fin. Los bebés y los niños pequeños que tenían discapacidades también eran asesinados mediante una dosis letal de drogas o por inanición. Los cuerpos de las víctimas eran quemados en grandes hornos a los que se llamaba crematorios.



EXPERIMENTOS MÉDICOS.
EUTANASIA FORZOSA EN LA ALEMANIA NAZI

La familia Ovitz y los experimentos nazis

De todas las pruebas y tribulaciones que han de sufrir aquellos que nacen con características únicas, pocas se pueden comparar con los horrores que padecieron tanto Elizabeth Ovitz como sus hermanos a manos del infame Doctor Josef Mengele, el famoso “Angel de la Muerte” nazi, que experimentó y torturó con saña a los miembros de su familia.

La familia Ovitz era de origen judío y provenía de Transilvania. Su patriarca, Shimshon Isaac Ovitz, era un respetado rabino afectado de enanismo. La mayor parte de sus hijos, incluida Elizabeth, habían heredado su pseudoacondroplasia y tras la muerte del padre, su viuda pensó que los 7 hermanos podrían labrarse un futuro como artistas ambulantes. En relativamente poco tiempo, los hermanos constituyeron la “Banda de Jazz de Lilliput” y comenzaron a viajar por centro Europa.

Hasta 1942, y a pesar de la situación de inestabilidad que sacudía toda Europa Central, la familia Ovitz se las había apañado bastante bien para ocultar sus orígenes judíos y poder continuar así con su gira. Elizabeth, incluso llegó a casarse en Mayo de ese mismo año con un joven director de teatro llamado Yoshko Moskovitz. Sin embargo, la pareja se vio obligada a separarse tan solo diez días después de su boda cuando Yoshko fue detenido e incorporado a un batallón de trabajo. Durante los dos años siguientes la familia Ovitz continuó viajando, pero la mala fortuna quiso que se encontrasen en Hungría cuando las tropas alemanas ocuparon el país. El 17 de Mayo fueron capturados, subidos a un camión y trasladados a Auschwitz.

Elizabeth recuerda la primera vez que vio al Dr. Mengele, allí de pie en la plataforma donde se dividía en dos grupos a los recién llegados al campo, por un lado se conducía a aquellos que serían ejecutados inmediatamente y por el otro a los que sufrirían la encarcelación en el campo. Lo recuerda como un hombre atractivo al que se le iluminaron los ojos cuando descubrió a los miembros de su familia entre el grupo de gente. Quedó tan fascinado con su peculiaridad física que probablemente ese fue el motivo por el que no fueron enviados a los hornos directamente. Mengele ya había torturado y diseccionado anteriormente docenas de hermanos gemelos con el único propósito de documentar las similitudes entre sus órganos y creyó ver en la familia Ovitz el trabajo de su vida. De hecho, Elizabeth asegura que Mengele declaro entusiasmado: “Tendré trabajo para los próximos veinte años; ahora la ciencia tendrá un tema digno de interés y consideración”.

En Auschwitz, los miembros de la familia fueron separados y sometidos a todo tipo de aberrantes experimentos. Como la misma Elizabeth escribiría después:

“Los experimentos mas aterradores eran los ginecológicos. Nos ataban a la mesa y entonces comenzaba la tortura sistemática. Inyectaban cosas en nuestro útero, nos extraían sangre, hurgaban dentro nuestro, nos pinchaban y nos extirpaban muestras de tejido. Es imposible expresar con palabras el dolor insoportable que sufríamos y que se prolongaba varios días hasta que los experimentos cesaban”.

La experimentación ginecológica era tan severa que incluso los doctores que asistían a las pruebas llegaron a negarse a continuar, por piedad y al mismo tiempo por la posibilidad real de que los miembros de la familia no soportaran el trance y fallecieran. Mengele tuvo que ceder y bajar el ritmo pues no quería perder a sus ratas de laboratorio favoritas. No obstante la experimentación no se detuvo, simplemente ideó nuevos experimentos igual de sádicos pero que no acabasen con su juguete.

“Extrajeron fluido de nuestra médula espinal. Después comenzó de nuevo la extracción de cabello y cuando estábamos a punto de desfallecer, comenzaban a realizarnos dolorosas pruebas en el cerebro, nariz, boca y manos. Todas las etapas fueron documentadas con ilustraciones. Irónicamente, somos los únicos sujetos cuya tortura fue, de forma premeditada, documentada científicamente para las futuras generaciones”.

Además de todo esto, los médicos de Mengele extrajeron médula ósea y sus dientes para tratar de encontrar rastros de enfermedades hereditarias, también dejaron ciegos a los miembros de la familia con productos químicos.

Mengele expuso su preciado objeto de experimentación en varias ocasiones ante grupos de altos cargos Nazis, desnudos y como si de animales se tratasen, mientras el daba conferencias sobre genética inferior. Incluso filmó una película para uso y disfrute del propio Adolf Hitler, donde se podía ver a la familia aterrorizada y cantando canciones en alemán.

A pesar de todo, la familia Ovitz aguantó 7 meses en las crueles manos de Mengele.

Auschwitz fue liberado el 27 de Enero de 1945 y Elizabeth, junto a su familia, fueron rescatados por las tropas soviéticas de una muerte segura. Durante los cuatro años siguientes, la familia deambuló por el este y centro de Europa, volviendo a ganarse la vida como cantantes y comediantes, pero esta vez reviviendo su experiencia en el campo nazi. Cada noche, Elizabeth bailaba con uno de sus hermanos, interpretando la pieza que ellos llamaban Totentanz (Danza de la muerte).

En 1949 la familia emigró a Israel y Elizabeth murió en Haifa en 1992.

Nunca se pudo capturar a Josef Mengele ni juzgarlo por sus crímenes. No se sabe si murió en una playa de Brasil o en Chile, en 1979.

Los campos de exterminio, también llamados campos de la muerte o fábricas de la muerte, eran un tipo de campo de concentración construidos durante la Segunda Guerra Mundial por la Alemania nazi para asesinar judíos y otros grupos considerados indeseables por el gobierno nazi, como comunistas, gitanos, homosexuales, Pentecostales, Testigos de Jehová y discapacitados.

A diferencia de los campos de concentración como Dachau y de los campos de trabajo de esclavos, donde las espantosas tasas de mortalidad eran consecuencia de la inanición y de los maltratos, los campos de exterminio fueron diseñados específicamente para la eliminación de personas. Seis de los siete campos de exterminio alemanes se construyeron en el actual territorio de Polonia y estaban equipados con cámaras de gas que es el método de exterminio nazi de uso más común en las matanzas masivas. Englobado en la llamada solución final, se desarrolló en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. También ha sido un método de ejecución de criminales en algunos países. Las cámaras de gas eran recintos subterráneos o barracones generalmente disfrazados o simulados como duchas colectivas. Estaban completamente aisladas y contaban con un sistema que introducía monóxido de carbono, pero luego se usó el Zyklon B. La capacidad variaba en estas instalaciones, pero cabían de 1.000 a 2.500 reclusos.


Fechas claves
OCTUBRE DE 1939
HITLER AUTORIZA EL EXTERMINIO DE LOS DISCAPACITADOS


Adolf Hitler autoriza el comienzo del programa de "eutanasia": el exterminio sistemático de aquellos alemanes a quienes los nazis consideraban "no merecedores de la vida". La orden data del comienzo de la guerra (1 de septiembre de 1939). Al principio se les recomienda a los médicos y al personal de los hospitales que descuiden a los pacientes. Entonces, los pacientes mueren por inanición y por enfermedades. Más tarde, hay grupos de "asesores" que visitan los hospitales y deciden quién va a morir. Esos pacientes son enviados a varios centros de exterminio donde se aplica la "eutanasia" ubicados en la Gran Alemania y son asesinados con inyecciones letales o en cámaras de gas.


3 DE AGOSTO DE 1941
UN OBISPO CATÓLICO DENUNCIA LA EUTANASIA


En 1941, el programa supuestamente secreto de "eutanasia" llega al conocimiento público en Alemania. El obispo Clemens August Graf von Galen de Muenster denuncia los asesinatos en un sermón público el 3 de agosto de 1941. Otras figuras públicas y clérigos también plantearán objeciones a los asesinatos.


24 DE AGOSTO DE 1941
HITLER ORDENA OFICIALMENTE TERMINAR CON LOS ASESINATOS MEDIANTE "EUTANASIA"


Las crecientes críticas del público respecto al programa de "eutanasia" empujan a que Adolf Hitler ordene ponerle fin al programa. Las cámaras de gas de los diversos centros de exterminio donde se aplica la "eutanasia" son desmanteladas. Para entonces, unos 70.000 pacientes con discapacidades físicas o mentales de origen alemán y austríaco habían sido asesinados. Si bien el programa de "eutanasia" queda oficialmente terminado, el asesinato de personas con discapacidades físicas o mentales continúa en secreto en casos individuales.

El Ángel de la Muerte

El Dr. Joseph Mengele era el más activo de los doctores en Auschwitz, el infame campo de concentración Nazi de las SS. Presente en la llegada de todos los transportes, Mengele supervisaba la selección y la cremación de millares de víctimas asesinadas en Auschwitz. Su nombre era conocido y temido a través del campo. Varias historias de los supervivientes del campo describen a Mengele matando de una manera desapasionada, médica "como si realizara cirugía regular; sin mostrar emoción alguna ".


Mengele practicaba rutinariamente los experimentos en seres humanos, el más famoso de los cuales consistió en los gemelos seleccionados en las plataformas de descarga de Auschwitz. Al final de los experimentos, Mengele simplemente inyectaba cloroformo directamente en los corazones de muchos de estos gemelos. Después de la guerra, en los años 50, Joseph Mengele practicó medicina en Buenos Aires. Él "tenía una reputación como especialista en abortos", que eran ilegales en ese entonces. Mengele fue arrestado después de que matara a una mujer en su centro abortista, pero un juez de Argentina lo liberó. Mengele nunca fue extraditado y murió en una playa de Brasil, aunque hay otras versiones que señalan que murió probablemente en Chile en 1979.

Pero Mengele no fue el único. Vilis Kruze, oficial del SS nazi, trabajó como abortista  en   Ohio y Hawái. Decía Kruze que: "se puede quitar al doctor del campo de la matanza, pero no puedes quitarle el campo de la matanza al doctor". .Los médicos alemanes se refirieron a la matanza de niños perjudicados como una "operación quirúrgica" y respecto a la matanza de los niños hiperactivos fue llamada una "curación". El primer comité para decidir a qué niños se ejecutaría y a cuáles no, fue llamado el "Comité para el Registro Científico de Enfermedades Serias Hereditarias y Congénitas". Los primeros centros de exterminio fueron llamados "Instituciones de la Especialidad en Niños" e "Instituciones de la Convalecencia Terapéutica".

En los programas iniciales de las matanzas de la Alemania Nazi, mataban a niños mentalmente deficientes justo después de adquirir el consentimiento de los padres. Un doctor Nazi que mató a niños por sedación gradual y posterior sobredosis dijo, "No había ninguna matanza en el sentido estricto de la palabra; la gente sentía que no era un asesinato; era poner-a-dormir al sujeto". Matar a los pacientes era referido como dar un "tratamiento especial" - en el caso de pacientes mentalmente enfermos y más adelante de los judíos en su totalidad. Zyklon-B, el veneno usado para matar a judíos en masa, fue referido como una "medicina".

Observe la concordancia del lenguaje entre las posiciones Nazis y las frases de los abortistas y de partidarios actuales del movimiento "Pro-Elección". En la Alemania Nazi, la matanza de judíos no estaba contra la ley, los centros de exterminio eran llamados "centros médicos", los asesinos eran llamados "doctores" y la matanza fue hecha en el nombre de la promoción de la "salud". En el movimiento "Pro-Elección" de los Estados Unidos de América, la matanza de bebés no está contra la ley, la matanza se hace en las "clínicas médicas", los asesinos son los "doctores" y al aborto se le denomina un asunto de la "salud" de las mujeres.
En los campos de exterminio de los Estados Unidos de América generalmente llaman a la víctima un "feto", pero también les han llamado "infecciones ocultas", "una enfermedad de transmisión sexual" y "un crecimiento canceroso". Los partidarios del aborto han indicado que el aborto es el "tratamiento preferido" para el "embarazo no deseado: la enfermedad número dos de transmisión sexual" y "un bebé abortado es pura basura".

En la Alemania de entreguerras, científicos racistas como K. Binding y A. Hoche desarrollaron las ideas que iban a conducir a justificar la destrucción de “vidas sin valor”, de “existencias superfluas”, de “espíritus muertos”, de “envoltorios humanos vacíos”. Esta concepción, llamada “eugenismo” se inspiró en la idea de Darwin de la “lucha por la vida” y condujo a la exterminación de “seres inferiores”: alcohólicos, epilépticos, psicópatas, enfermos, débiles de espíritu, inválidos y enfermos incurables.
A través de la prensa y de la radio los nazis fueron acostumbrando poco a poco a los alemanes a concebir y a admitir una especie de “eutanasia” para estas personas. Además también se justificaban estas muertes porque, según ellos, eran personas incapaces de desarrollar un trabajo pero que consumían los recursos, y esto era inadmisible para un país en guerra.
Este es, por ejemplo, un problema de matemáticas que resolvían los niños en las escuelas nazis:
Un enfermo mental cuesta diariamente unos 4 marcos, un enfermo 5,50 marcos, un criminal 3,5 marcos y un apprenti 2 marcos.

1.   Haced un gráfico con estas cifras.
2.   Según prudentes estimaciones, hay en Alemania 300.000 enfermos mentales, epilépticos, etc. que reciben cuidados permanentes. Calculad cuanto cuestan anualmente estos 300.000 enfermos mentales y epilépticos. ¿Cuántos préstamos a fondo perdido (no reembolsables) de 1.000 marcos se podrían hacer para jóvenes matrimonios si este dinero pudiera ser ahorrado?.
(Citado pro H.J. Gamm, Der braune Kult, Hamburg, Rútten una Loening, 1962).
 
La solución fue simple para los nazis: Había que deshacerse de los enfermos mentales y los epilépticos.
Una circular del ministerio del Interior alemán datada el 18 de agosto de 1939 obligaba a los médicos y a las comadronas a declarar qué niños nacían con deformidades. A éstos se les mataba enseguida mediante inyecciones de morfina o de escopolamina. Se creó un comité para el estudio científico de las enfermedades graves, hereditarias y congénitas y para estudiar los modos de aplicación de este tipo de “eutanasia”.. El 1 de octubre de 1939 una carta de Hitler (datada sin embargo en 1 de septiembre de ese mismos año) autorizaba a los médicos a “proporcionar una muerte misericordiosa a los enfermos incurables, según su apreciación tan rigurosa como sea posible”. La operación de eliminación de internos de los hospitales y manicomios comenzó en octubre de 1939, disimulada bajo el nombre de “código T4” (el lugar de la central, situada en el número 4 de la calle Tierganten de Berlín). La operación comportaba la selección de víctimas por una comisión de control (que juzgaba en la mayoría de los casos sobre la información contenida en los dossieres), el traslado a uno de los seis institutos de “eutanasia” repartidos sobre todo el territorio, la ejecución mediante monóxido de carbono (las inyecciones de morfina y de escopolamina se mostraron ineficaces), la incineración y una notificación de defunción y de condolencias para las familias.

Cabezas de muerte

El comandante en jefe de las temibles SS, el reichsfürer Himmler, era un apasionado de las investigaciones. Utilizando como pretexto la gravedad de la situación del país y la falta de medicamentos eficaces, autorizó toda clase de experimentos crueles, demenciales e inútiles. Los campos de concentración, gobernados por una división especial de la Orden Negra, los Totenkopf o “cabezas de muerte”, fueron los laboratorios perfectos. Los prisioneros costaban menos que las cobayas, y había muchos: entre 10 y 12 millones… El ideal del médico nazi no era ayudar al ser humano, sino colaborar con la raza escogida, la “raza aria”, para dominar a las, según los seguidores de Hitler, “razas inferiores”. Desde 1933 hasta 1945 estos médicos, fieles seguidores del régimen, nunca discutieron lo que estimaban su deber. El Juramento de Hipócrates dejó de tener validez para ellos y millares de deportados fueron sometidos a las pruebas más horripilantes para acabar –los que sobrevivían– en las cámaras de gas. El 22 de junio de 1941 Alemania invadió Rusia. En ese momento, si la industria de la guerra precisaba toda la mano de obra disponible, parecía absurdo exterminar a las “razas inferiores” cuando podían trabajar para el régimen. Pero era necesario que la sangre aria, soporte material de las más altas virtudes, no se contaminara. Era necesaria la esterilización de lo que consideraban “subhombres”. Auschwitz, en Polonia, y Ravensbrück, en el norte de Alemania, fueron los campos de concentración elegidos para servir de escenario al desarrollo de un método de esterilización eficiente y barato. En Ravensbrück la administración puso a disposición del doctor Karl Clauberg, un famoso ginecólogo, 200 mujeres de entre 20 y 40 años, casi todas judías. Clauberg se dedicó a inyectarles en el útero mediante una cánula una especie de cemento líquido llamado formalina con el fin de obstruir su sistema reproductor. El experimento se repetía varias veces, con algunas semanas de intervalo. Las inyecciones provocaban terribles dolores a sus víctimas, que en ocasiones evacuaban el líquido mezclado con fuertes hemorragias. Las infecciones eran frecuentes y varias murieron. Las supervivientes fueron llevadas a la cámara de gas. En Auschwitz el doctor Horst Schumann experimentó la esterilización mediante la exposición a altas dosis de rayos X. Durante el mes de septiembre de 1943 un gran número de mujeres de entre 16 y 18 años fueron llevadas por el día a su laboratorio. Por la noche, unos despojos dolientes eran devueltos a los barracones. La exposición les provocaba fuertes dolores abdominales y violentos vómitos. Después se les extirpaban los ovarios para verificar el “éxito” de las quemaduras. Durante la operación las jóvenes permanecían conscientes, pues solo eran anestesiadas de cintura para abajo mediante una inyección intrarraquídea de novocaína. Las intervenciones no duraban más de diez minutos, el instrumental no era esterilizado y el médico operaba sin guantes, por lo que, habitualmente, las heridas volvían a abrirse o se infectaban al cabo de los días. Solo hubo seis supervivientes. Schumann también se interesó por la esterilización masculina. Los escogidos, hombres de entre 18 y 35 años, eran expuestos a rayos X y, con posterioridad, se les extirpaban los testículos para comprobar los resultados. Uno de ellos contó que había podido seguir toda la intervención a través del reflejo en una lámpara quirúrgica. Entre Enero de 1942 y Diciembre de 1944 Schumann castró a un millar de hombres. En esta época la esterilización por rayos X era conocida a la perfección desde hacía más de 20 años. Se trató, pues, de experiencias no solo criminales sino también inútiles.


















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